Tipos de té y sus beneficios para la salud


Desde el té negro, al té verde, pasando por el té oolong, hasta llegar al té blanco, todos los tés provienen de la misma planta, llamada Camellia Sinensis. Cualquier hoja, raíz, fruto o flor que proviene de una planta diferente es considerado una infusión o té de hierbas. Por ejemplo, las flores de manzanilla o las hojas de menta se consideran tés herbales debido a que no provienen de la planta del té tradicional. Es importante distinguir entre el té real y té de hierbas ya que el sabor, los beneficios para la salud y las características nutricionales pueden variar muchísimo de una planta a otra.





Considerado durante miles de años en Oriente como una clave para la buena salud, la felicidad y la sabiduría, el té ha llamado la atención de los investigadores occidentales, que a lo largo de siglos han ido estudiando los muchos beneficios de los diferentes tipos de tés.

Diferentes estudios han determinado como algunos tipos de té pueden ayudar contra el cáncer, las dolencias cardíacas o la diabetes, además de fomentar la pérdida de peso, reducir el colesterol y mantener un equilibrio mental. El té también posee amplias cualidades antimicrobianas. Contienen antioxidantes llamados flavonoides únicos. El más potente de estos, conocido como ECGC, puede ayudar contra los radicales libres que pueden contribuir al erradicar el cáncer, enfermedades del corazón, y las arterias obstruidas.

No obstante, hay miles de tés diferentes, cada uno con sus propiedades características de sabor, aroma y cualidades salubles. Pero normalmente se realiza una clasificación muy básica sobre cuatro categorías principales de té: blanco, verde, oolong y negro. Generalmente, estas categorías se refieren la capacidad de oxidación del té. 


Cuanto más han sido procesadas las hojas de té, por lo general el contenido de antioxidantes es menor. De ahí, que tés como el oolong y el té negro se oxidan más que el té verde, cuyo poder antioxidante es aún elevado.

Aquí tienes algunas de las conclusiones a las que han concluido diferentes estudios acerca de los beneficios potenciales para la salud del té:

Té verde

Hecho con hojas de té al vapor, tiene una alta concentración de EGCG, por tanto su capacidad antioxidante es mayor. Este té posee amplias cualidades contra el cáncer; previene la obstrucción de las arterias, es un potente quemador de grasa, y al contrarrestar el estrés oxidativo en el cerebro, reduce el riesgo de padecer enfermedades neurológicas como el Alzheimer y el Parkinson, al reducir el riesgo de accidente cerebrovascular y mejorar los niveles de colesterol.

Té negro

Hecho con hojas de té fermentado, el té negro tiene el más alto contenido de cafeína y constituye la base para los tés aromatizados como el chai, junto con la mayoría de tés instantáneos, por su potente sabor y aroma. Los estudios han demostrado que el té negro puede proteger los pulmones de los daños causados ​​por el tabaco y también puede reducir el riesgo de padecer algún tipo de apoplejía.

Té blanco

Hecho con hojas de té sin curar y sin fermentar. Un estudio demostró que el té blanco tiene las propiedades contra el cáncer más potentes en comparación con los demás tés procesados.

Oolong

En un estudio con animales, de demostró como los grupos que recibieron antioxidantes del té oolong tenían los niveles de colesterol más bajo. Una variedad de oolong, el té Wuyi, está fuertemente comercializado como un suplemento para bajar de peso, pero la ciencia no ha apoyado las reivindicaciones.

Pu-erh

Hecho de hojas fermentadas y envejecido. Considerado como un té negro, las hojas se prensan en forma de pasteles. Un estudio en animales mostraron que los animales que consumieron té pu-erh tenían un menor aumento de peso y el colesterol LDL mucho más reducido.   

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